Los inversores que ya están lidiando con las amenazas de altas tasas de interés y una desaceleración en la actividad económica ahora se enfrentan a una fuente adicional de preocupación: la interferencia gubernamental.
Hay algo en los políticos tratando de apelar a los votantes que puede llevar a una buena acción a un rápido descenso, dejando a los inversores hablando impotentes sobre si los vientos políticos volverán a cambiar algún día.
La empresa First Quantum Minerals Ltd. ofrece el ejemplo más espantoso, lo que plantea un gran dilema para los inversores. Operando una mina de cobre en Panamá, la compañía había recibido el apoyo del gobierno allí. Sin embargo, a medida que un nuevo contrato de 20 años, respaldado por una tasa impositiva sustancialmente más alta, avanzaba por la legislatura del país, surgió una oposición generalizada de los ambientalistas, los grupos indígenas y los activistas laborales.
Ahora, el presidente de Panamá afirma que la aprobación final del nuevo contrato para la mina Cobre Panamá, que representa aproximadamente el 60 por ciento del valor neto de los activos de First Quantum, se someterá a un referéndum vinculante en diciembre.
Los inversores esperan lo peor: el precio de las acciones de First Quantum cayó un 47 por ciento en los primeros tres días de negociación de esta semana.
Los expertos en inversiones están divididos sobre el posible resultado del referéndum. Algunos creen que una victoria abrumadora a favor de aprobar el contrato sería el mejor escenario para los inversores, mientras que otros temen la expropiación de la mina. Este último caso reduciría la estimación del valor neto de First Quantum a $9.24 por acción.
Panamá puede ser un caso confinado para muchas empresas canadienses, pero hay ejemplos más cercanos a casa donde los políticos están aprovechando la indignación popular y añadiendo un riesgo significativo para los accionistas.
Los supermercados, como Loblaw Cos. Ltd., Metro Inc. y Empire Co. Ltd., se han enfrentado a las críticas del primer ministro Justin Trudeau este año. Trudeau ha convertido a estas empresas en el centro de la batalla del gobierno federal contra la inflación, amenazando incluso con impuestos punitivos al sector.
Elegir un villano puede ser buena política cuando muchos canadienses están luchando para pagar sus facturas, pero no está claro cómo se les puede atribuir a los supermercados la culpa de la inflación, cuando los productores también están subiendo los precios.
Los inversores están en una posición difícil. Las acciones de los supermercados están siendo afectadas por mucho más que las maniobras políticas, incluidas las preocupaciones sobre la actividad económica en declive y la menor confianza del consumidor. Pero vale la pena señalar que las valoraciones de las acciones están en baja.
En el caso de Loblaw, las acciones cotizan actualmente en un múltiplo precio/ganancias estimadas de solo 14.5 veces, muy por debajo de su promedio de cinco años de 16, según Bloomberg.
Los bancos más grandes de Canadá también se han convertido en objetivos políticos. El gobierno de Trudeau ha impuesto nuevos impuestos a las instituciones financieras para ayudar a compensar la deuda del gobierno contraída durante lo peor de la pandemia.
Además de los impuestos, los bancos también enfrentan críticas y demandas de los políticos. En septiembre, los conservadores exigieron que el gobierno bloqueara la adquisición de HSBC Bank Canadá por parte del Royal Bank of Canada, argumentando que el acuerdo perjudicaría la competencia en Canadá.
Las acciones bancarias, que ya se ven afectadas por la economía canadiense estancada y un ambiente crediticio empeorado, es posible que ahora estén reflejando un riesgo político.
Entonces, ¿cómo deben responder los inversores? La buena noticia es que comprar en medio de la incertidumbre impulsada por la política puede brindar oportunidades de inversión. Sin embargo, no hay garantía de que los bancos canadienses también escapen de la atención política en algún momento.
En resumen, las acciones golpeadas parecen una oportunidad tentadora, pero los riesgos políticos no se pueden ignorar.
FAQ:
Q: ¿Qué es el riesgo político?
A: El riesgo político se refiere a los posibles cambios e interferencias en las políticas gubernamentales que pueden afectar a las empresas y a los inversores.
Q: ¿Cuáles son algunos ejemplos de riesgo político en Canadá?
A: Algunos ejemplos de riesgo político en Canadá incluyen la interferencia gubernamental en contratos y acuerdos, la imposición de impuestos punitivos a ciertos sectores y la demanda de bloquear fusiones y adquisiciones por motivos de competencia.
Q: ¿Cómo pueden responder los inversores al riesgo político?
A: Los inversores pueden evaluar cuidadosamente los riesgos y oportunidades asociados con el riesgo político y tomar decisiones informadas sobre sus inversiones. A veces, comprar acciones en medio de la incertidumbre política puede resultar rentable, pero siempre se debe tener en cuenta que los riesgos políticos pueden ser impredecibles.
Q: ¿Qué factores pueden afectar las valoraciones de las acciones?
A: Además de la interferencia política, las valoraciones de las acciones pueden ser afectadas por factores como la actividad económica, la confianza del consumidor y otros eventos externos o internos que puedan afectar el desempeño financiero de las empresas.